la carta

Sra. Xiomara Castro

Presidenta de la República de Honduras

Casa Presidencial

Bulevar Juan Pablo II

Tegucigalpa, Honduras

info@presidencia.gob.hn

13 de febrero de 2022

Su Excelencia,

Mi corazón está sumido en el más profundo dolor. A mediados de octubre, mi madre, Soila Esperanza Melgar, fue diagnosticada con adenocarcinoma pulmonar, estadio IVa. Lamentablemente, los hospitales públicos de nuestro país no han sido capaces de dar una respuesta adecuada al tratamiento de su estado, que se deteriora rápidamente. Este hecho nos ha motivado a buscar otras alternativas en la sanidad privada de nuestro país. Este paso, lamentablemente, ha traído como consecuencia nuestra falta de recursos económicos para seguir pagando su quimioterapia y hospitalización. Comenzó a recibir tratamiento de quimioterapia sistémica a base de Carboplatino y Paclitaxel, pero su estado no mejoró y, por el contrario, avanzó. Ante esto, el oncólogo suspendió el tratamiento. Actualmente, estoy explorando otras alternativas esperanzadoras que puedan brindar a mi familia, a mí y a ella, la esperanza de un futuro juntos.

Hace poco me enteré de los esfuerzos del Instituto Weizmann de Ciencias para ayudar a los pacientes con cáncer, como mi madre. En su publicación, “Combined approach offers hope to lung cancer patients who become resistant to drugs”, me enteré de un enfoque combinado que puede ayudar a los pacientes con cáncer de pulmón a prolongar su vida. Lo más esperanzador fue leer que “estos fármacos funcionan mucho mejor que la quimioterapia”.

Mi mayor inspiración

Mi madre es mi mayor inspiración en la vida. Trabajó muy duro para criarnos a mi hermano, Kelvin, y a mí. Debido a nuestra situación en Honduras, vivíamos una vida de pobreza desesperada. Trabajaba limpiando casas, vendiendo flores en la calle, lavando ropa y cuidando a los niños de otras familias para poder cubrir las necesidades de sus propios hijos. Sin embargo, a pesar de todas las horas que trabajaba, nunca tenía suficiente. Como resultado, una organización filantrópica internacional (Children International) me aceptó en su programa para ayudar a cubrir mis necesidades emparejándome con un padrino que enviaba una donación mensual para proporcionarme apoyo.

La lucha de mi madre por mi hermano y por mí se convirtió en mi mayor motivación para cambiar nuestras vidas. Quería crear una realidad diferente para ella. Quería darle a mi madre una vida diferente. Vi la educación como el camino para lograr ese cambio. Y mi madre me animó en cada paso del camino. Mientras que los padres de otros niños en nuestra misma situación los sacaron de la escuela para encontrar un trabajo que les ayudara a mantener a sus familias, mi madre hizo lo contrario. Ella sabía que la escolarización era la clave para romper el ciclo de pobreza en el que vivíamos.

A medida que he ido creciendo y madurando en mi vida, he seguido perseverando en mi educación. El primer paso fue graduarme en la universidad tras obtener mi título universitario. Luego, en 2019, me concedieron una beca Fulbright para seguir cursando un máster en una universidad de Estados Unidos. Volví a mi país de origen hace apenas 4 meses con la ilusión y la esperanza de empezar a construir la vida que mi madre siempre había querido para nosotros dos — y mis esperanzas de darle a mi madre la nueva vida que se merecía. En mis esfuerzos por buscar no solo un mejor futuro para nosotros sino también para otros que luchan en Honduras, en 2016 fundé una organización (Empower Honduras) en nuestro país para ayudar a los jóvenes vulnerables a acceder a mejores oportunidades en el país a través de un programa de inglés, un programa de arte, cultura e identidad nacional, así como sesiones de emprendimiento.

Esta es mi humilde y amable petición:

Los médicos de mi madre dicen que tiene muy pocas oportunidades de vivir sin los tratamientos adecuados. Sin embargo, ahora mismo no tiene opciones eficaces debido a los limitados fondos y recursos del sistema sanitario público. Para salvar a mi madre, tengo que encontrar la manera de que reciba los tratamientos adecuados fuera del país lo antes posible. Me gustaría solicitarle amable y humildemente la posibilidad de ayudar a mi madre a acceder a un tratamiento diferente fuera del país. Ciertamente me comprometo, ante usted, a regresar a Honduras para seguir trabajando en la mejora de nuestro sistema educativo después de agotar otras posibilidades para salvar la vida de mi madre.

Al igual que usted, siempre he soñado con una Honduras mejor y he trabajado en varios esfuerzos para que ese cambio se produzca. Ahora, estoy sumamente agradecida de que usted sea nuestra presidenta y de que vaya a realizar el cambio que, durante décadas, todos los hondureños siempre hemos querido. Me gustaría ser parte de ese cambio. Pero, antes de eso, me gustaría que por favor ayudara a mi madre -mi mayor inspiración en la vida- a tener otra oportunidad de vivir.

Con el más profundo agradecimiento por su consideración,

Johanny Amaya