Carta a mi hermano
Querido hermanito,
Sé que este cumpleaños tuyo ya no sera lo mismo sin nuestro padre y nuestra madre; pero también sé que ellos fueran las primeras personas que te llamen y te feliciten. La verdad es que ellos siguen aquí. Continúan muy cerca de nosotros. Me dijo mi profesor de filosofía que ellos solo habían cambiado de espacios; que ellos estaban en tu corazón y en el mío. Nos recomendó abrazar y acariciar nuestros corazones en todo momento, ya que ellos yacen ahí. Que mientras sus principios y valores se reflejen a través de nosotros, ellos siempre estarán con nosotros. ¿Que gran responsabilidad la que nos ha dejado nuestros padres verdad!!!?
La gente me pregunta si ya estoy mejor. Al principio no sabia que responder. Y no es que ahora sepa, pero creo que he encontrado una respuesta cercana a lo que siento. Siento que nunca estaré mejor después de haber experimentado el dolor mas profundo que un hijo puede vivir. Debido a esto, ahora digo que tal vez nunca esté mejor, pero sí diferente. Digo esto porque estar mejor implica que estuve peor, y que también que “mejor” implique cada vez decir una mentira que el corazón no entiende. No estoy mejor. Soy diferente. Soy diferente porque cada momento que pasé con ellos continua haciendo eco en mis pensamientos y mi diario vivir. Aunque te confieso que en el momento que escribo estas líneas, desconozco mi futuro. Pero sé que eso no importa porque te tengo a vos, tengo a Michelle y Jafeth, pero sobre todo, tengo a Dios. Pues como te iba diciendo, soy diferente porque el dolor que sufrió mi madre fue tan penetrante que cambio la estructura de mis huesos, mis pensamientos. Lo que sufrió nuestro padre se convirtió en grandes sueños que podemos juntos hacer realidad, vos y yo. No estoy mejor, soy diferente porque las risas y llantos de ellos se convirtieron en las razones por las cuales voy a seguir caminando esta vida que desconozco, pero que he decido amar porque te tengo a vos. Te tengo a vos y por eso puedo ser diferente. Sé que esto nos pasa a ambos. Ambos ahora somos diferentes.
Se puede pensar que al decir “diferente”, me refiero a algo negativo.Pero en realidad es todo lo contrario. He aprendido que de el dolor pueden emanar dos cosas: o nos convertimos en mejores seres humanos, o en peores seres humanos.
Cuando te digo que somos diferentes es porque todo lo extraordinario que nuestros padres eran, ha quedado sembrado en nuestra alma y corazon y pensamientos, en nuestra piel. Por esa razón nunca seremos iguales, Somos diferentes.
Así como quedaron en mi todas aquellas cosas extraordinarias de nuestros padres, aun así y mas grande es el amor que te tengo. Eres el hombre que más amo y que más admiro aqui en la tierra. Quiero ser como vos. Tener el coraje y valentía para enfrentar los vientos más desastrosos y las tormentas más profundas. Tener la disciplina y determinacion que le pones a todo lo que quieres ser y hacer. Quiero ser resiliente y serlo con humildad, así como vos lo sos.
Te amo. Un millon de veces te amo, hermanito. Gracias por existir en mi vida. Gracias a Dios por tu vida llena de sueños extraordinarios.
Con todo el amor del universo,
Tu hermana